Neurosis
López-Ibor Aliño, J. J. 1979. Neurosis. Madrid: Gredos.
Nos propone Juan José-López Ibor, sintéticamente, una teoría científica de las neurosis, medida y encauzada desde la realidad clínica, el análisis fenomenológico y la comprensión antropológica. Resultado: toda una nueva perspectiva sobre el significado y la terapia de estas complejas enfermedades. Las neurosis parecen ser timopatías, es decir, enfermedades del ánimo (recuérdese el voluminoso libro del autor acerca del tema), de los sentimientos vitales, tendidos como un puente entre el alma y el cuerpo. López Ibor analiza las diversas formas de neurosis, su sintomatología, los trastornos psicosomáticos, las psicosis, etc. Moviéndose entre lo óntico y lo pático las dos caras de la existencia-, ha logrado expresar sobria y exactamente sus puntos de vista, sin dogmatismos de escuela ni secos racionalismos.
En toda neurosis -ya lo dijo Freud- hay un fondo angustioso. La angustia vital suele ser asidua compañera del hombre, aunque al sano sólo le afecte de modo inconsciente o puramente psíquico. En cambio, en la angustia neurótica, incrustada también corporalmente, ruidosa, autodevoradora, el individuo vive el espanto de desintegrarse como persona, de enloquecer o de morir (bajo tales formas se infiltra la nada que nos envuelve).
El miedo al monstruo que se lleva dentro hará que el neurótico -nuevo doctor Jekyll- amontone obsesivos mecanismos de defensa, con el consiguiente empobrecimiento de la vida creadora, de la libertad. Pero junto a la angustia y al sufrimiento temporal, en los mismos fondos oscuros del ser, quizá aliente todavía la esperanza radical, e incluso la fidelidad al yo, la apertura a nuevas posibilidades. De regenerar esas fuerzas vitales depende la victoria final sobre las neurosis. Quien pueda, elegirá la flor (símbolo de la realización vital) antes que la araña (monstruo, absurdo, nada).