Hace poco publicó PENSAMIENTO un amplio estudio sobre la finalidad. En él se sometió a examen la tesis antifinalística defendida principalmente por los materialistas del siglo pasado: la organización del mundo inorgánico, y aun del viviente deberían explicarse, según ellos, por el mero ejercicio de la actividad necesaria de las causas, y por la interacción fortuita de ellas. Para derribar esta absurda hipótesis dentro del orden de lo inorgánico bastó aducir los progresos de la física moderna (poco amiga del determinismo estricto) y un examen de lo que da de sí el cálculo de probabilidades sobre el azar…

La madre, al pie del lecho de su hijo gravemente enfermo, espera que éste sanará. Junto a otro lecho, una esposa mira ya inmóvil para siempre y palpa yerto el cadáver de su esposo fallecido. Ha tenido que cesar de esperar. ¿En qué conviene y difiere el interior de ambas amantes afligidas? En las dos el afecto, el sentimiento parece llenarlo y absorberlo todo; angustia ante el espectáculo presente del hijo sufriendo, del esposo exánime.

En el hombre, ser inteligente y capaz de cambio, evolución, desarrollo, es evidente que la propia conformación, fruto de su iniciativa, no puede ser ajena a su conocer intelectual. Es típico y aun exclusivo de la inteligencia, además de conocer adecuadamente la realidad tanto teórica como práctica, advertir sus posibles modificaciones en orden a su deterioro y a su perfeccionamiento, y, como efecto de ese conocimiento, señalar las normas y modo de acción sobre ella. Y lo que puede respecto de lo demás, lo podrá no menos con relación a sí.

El siglo XX ha sido testigo de una sucesión de surgimientos y caídas de diversos modelos psicoterapéuticos, lo que nos ha llevado a vernos en las primeras décadas del siglo XXI inmersos dentro de una polifonía de distintas psicoterapias, cuyo único punto de convergencia no parece ser otro que el buscar la salud mental del paciente – sea lo que esta fuere. Al revisar esta polifonía, vemos que entre los modelos psicoterapéuticos destaca el conjunto amplio que podríamos llamar “terapias cognitivas”. Las primeras aportaciones de este modelo provienen de dos importantes terapeutas, Albert Ellis y Aaron Beck, cuyos escritos, práctica clínica y formación de psicólogos clínicos han generado una influencia sólo comparable en su amplitud y profundidad con modelos ya consagrados como el psicoanálisis o la terapia humanista-existencial.

La psicología parece hoy, a primera vista, un conjunto diverso y dispar de conocimientos teóricos y de procedimientos prácticos. ¿Es una ciencia? ¿En qué sentido lo es? Y, si lo es, ¿es una? ¿O más bien la palabra designa ciencias distintas y modos de conocer diferentes? ¿En qué consiste la diversidad patente de la psicología actual? ¿Hay algún fundamento para defender, dentro de esa diversidad, la unidad básica de la ciencia psicológica?

Santo Tomás distingue los apetitos sensibles según un conocimiento precedente que puede ser la aprehensión y juicio inmediato de un bien deleitable según la misma naturaleza de los sentidos; o una estimación de conveniencia o utilidad, la cual supone comparar algo bueno rodeado de circunstancias…

In psychology more perhaps than in any other biological science an accurate description of the phenomena to be studied is important as an introductory phase of the investigation. When this descriptive analysis is neglected, essential difterences between phenomena may be overlooked and significant variables may remain unexplored.

We will now try to show that the internal senses have definite brain structures as sensoria and that a correlation of what our psychological analysis has shown about these senses with the knowledge derived from the results of neurological research can help us better to understand the functioning of the inner senses and also the functioning of the brain.

When one looks over the literature on philosophical psychology that has been published in the last twenty years, one finds that there is a notable absence of discussion concerning the nature and function of the powers we call the interior senses. Except in the usual run of textbooks, we find but little even in the journals. And in the textbooks exactly the same things are being said that were said by John of St. Thomas and before him.

En el presente artículo se aborda un aspecto bien delimitado del pensamiento del Aquinate: la mutua influencia entre la razón y las emociones; es decir, de qué manera la razón del hombre influye en sus emociones y viceversa. El tema es por sí mismo interesante, pero además sumamente importante para la psicología, la ética y la pedagogía.

This article regards the field of neuroscience and indicates on the proper or erroneous functioning of the human brain. Intellectual virtues, especially practical wisdom…

The purpose of this paper is to show how repression, the funda­ mental cause of the neurosis, can be explained in the light of the principles of Thomistic rational psychology…

El objeto de estas páginas es reflexionar brevemente sobre tres puntos relativos a la doctrina del placer en Tomás de Aquino, a saber, si el placer es acaso la pasión más importante del ser humano…

¿Las neurociencias están desplazando a la psicología? Para responder el autor analiza los objetos de ambas ciencias, y se pregunta por su discernibilidad formal…