«Es un bien para la persona poseer las dos piernas, es un bien para la persona poseer los dos ojos, es un bien […]. La naturaleza no hace nada inútil. En esta línea, ¿de qué modo puede ser un bien para la persona el soñar? No es arriesgado conjeturar que el bien de soñar radica al menos en que la persona tome conciencia que su vida no se agota en el mundo que lo rodea, que su vida no transcurre solo en el fuero externo. El sueño nos recuerda que hay también un mundo interior que explorar, un mundo personal, una intimidad que atender».

«El lujo es un artificio de la vanidad para ocultar la miseria del alma».

-Tomás de Kempis