Este trabajo busca estudiar la doctrina de santo Tomás de Aquino sobre el control racional de nuestras emociones. Partiendo del hecho de que el apetito sensitivo es racional por participación, demuestra que puede ser dominado políticamente por la razón, es decir, con ciertos alcances y ciertos límites. En efecto, la parte racional podrá influir sobre la parte sensible mediante los sentidos internos y por una redundancia de la afectividad superior sobre la inferior, pero esta influencia es acotada por la rebeldía del pecado original y por la misma disposición de nuestro cuerpo. Se concluye afirmando que este control, además de ser posible, es necesario, pues gracias a él las pasiones pueden aportar a la plenitud humana.

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Terapia EMDR: un análisis a la luz de la obra de Santo Tomás