«La vocación verdadera y una espiritualidad recta no enferman»
«Quien no acierta en su vocación es como un hueso dislocado: ni está en su lugar, ni opera bien, ni se está grato»
«La vocación verdadera y una espiritualidad recta no enferman»
«Quien no acierta en su vocación es como un hueso dislocado: ni está en su lugar, ni opera bien, ni se está grato»