Perdón y Salud Psíquica

Abril, 2024

Pareciera que el perdón en sus ámbitos religiosos, sociales y culturales ha estado siempre presente en la vida del hombre. No es difícil encontrar en culturas antiguas el paradigma del perdón en mitos, historias e incluso fiestas que se ocupan de este tema. Encontramos referencias a este concepto en la tradición judeo-cristiana, en la mitología romana tenemos a Clementia, diosa del perdón, la compasión y la misericordia. En América precolonial, se celebra la fiesta de Bëtscnáte, donde mediante diferentes rituales, el perdón y la reconciliación se convierten en el modo de restablecer la armonía entre las personas.

Está claro que paradigma del perdón está presente en la humanidad, y si existe, se puede intuir que es por y para algo. Si bien a lo largo de la historia de la academia se ha querido hablar y explicar este paradigma, pareciera que la naturaleza del perdón se escabulle y es difícil de entender. La filósofa Joanna North expone que muchas veces el perdón es ignorado por las ciencias, por su estrecha relación con los contextos religiosos. Es como si el perdón tuviera un halo de misterio que lo rodea y por esto mismo pareciera no estar en el radar de los terapeutas.

Sin embargo, el perdón, como tema ha llevado a numerosos investigadores modernos a estudiarlo, observándose su estrecha relación con la salud mental. Una breve revisión a la literatura científica da cuenta de cómo existe una evidente relación positiva entre el perdón y la salud psíquica. Entonces, ¿cómo no incluir dentro de nuestra praxis este conocimiento que ayuda a mejorar la vida de las personas que nos consultan?

Podemos estar de acuerdo en que el perdón es un camino difícil, pero no por ello deja de ser importante su aplicación terapéutica. Recordemos que la vida es ardua, y es más ardua aún para todas aquellas personas que han sido heridas por ofensas de diversa naturaleza, teniendo un impacto real y muy doloroso en la vida personal, familiar e incluso transgeneracional, llegando en ocasiones a tener un impacto social importante. Estas heridas u ofensas, cuya raíz es siempre la pérdida de un bien (la propia dignidad) de manera injusta, causan dolor (tristeza), ira y deseos de venganza, que pueden perpetuarse, nublando la razón por un odio sin medida, pudiendo causar daños adicionales a los que ya causó la ofensa, dificultando aún más la sanación psíquica.

Como un remedio adicional a las ofensas recibidas, aparece el perdón, que como ya se expuso, trae beneficios a la salud psíquica de las personas.

El perdón es una expresión única de amor incondicional. En general el primer pensamiento que se nos viene a la cabeza cuando alguien nos ofende es querer un castigo o venganza. El ofensor no merece nuestro amor, por habernos tratado tan injustamente.

No todas las personas están dispuestas o listas para perdonar. Incluso, puede que el perdón ni siquiera sea necesario en muchas situaciones y le baste a la persona con que el ofensor tenga su justo y merecido castigo. No obstante, si la persona decide encaminarse en la terapia del perdón, ésta permite de alguna forma allanar los surcos e igualar los terrones, posibilitando que la disposición connatural que tenemos al amor de caridad pueda ponerse “en acción”. Y es justamente en la expresión de este amor, en dar este regalo del perdón, que el ofensor no se merece, donde la persona puede encontrar crecimiento personal y alivio emocional. El perdón direcciona el sentido a la vida cuando pone en su horizonte un bien que es siempre mayor al bien perdido injustamente en la ofensa. Por esta misma razón, el perdón actúa también como un factor protector de futuras ofensas. El perdón es capaz de lograr una transformación emocional profunda, donde la persona puede crecer y desarrollarse mediante esta expresión plena del amor.

Entendiendo esto, podemos ahora ver cómo el perdón puede ayudar a las personas que nos consultan, buscando el tan anhelado bienestar, cuando han sufrido tantas injusticias y sobre todo en situaciones donde estas injusticias no hallan reparo.    

Si se ha despertado en el lector algún interés por encontrar en el perdón un alivio emocional y a los terapeutas integrarlo dentro de la terapia, existen numerosas publicaciones, como las del Dr. Robert Enright que pueden conducir a las personas que así lo deseen, por el camino de la sanación psíquica a través del perdón.

Por último, tomando las palabras del citado doctor, el perdón “hace que la persona recuerde la ofensa, la reconozca como injusta, que hubo una herida, pero se recuerda con amor y benevolencia” (Robert Enright, Las 8 claves para el perdón, España, Ed. Eleftheria, 2017).     

María Jesús Quiroga

Psicóloga

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